Slow Fashion vs. Fast Fashion

¡Hola! Hoy quería hablar de un tema que desde hace años me interesa bastante. Es la moda ética y responsable. Desde hace unos cuantos años estamos empezando a ser más conscientes de todo lo que hay detrás del concepto FAST FASHION. Se fabrica ropa en serie de poca calidad que no va a perdurar en el tiempo. Las colecciones son cada vez mas cortas y se renuevan con más frecuencia, con lo que se fomenta el consumo.

¿En qué se caracteriza el cosumo de FAST FASHION? La gente se deja llevar por un ritmo acelerado y lo que más importa es tener la última prenda a un precio asequible que se ha visto en las redes sociales. Se deja de pensar en lo que hay detrás del proceso de manufactura; generalmente la manufactura no es local (está deslocalizada y las prendas se cosen generalmente en países orientales), las condiciones de los trabajadores dejan mucho que desear así como sus derechos y se olvida o se desconoce el “esfuerzo humano” que hay detrás de la confección de una prenda. Sin olvidar la contaminación y la huella de carbono que hay detrás.

Los países que en antaño tenían un “saber hacer” en la confeccion, han dejado de ser manufactureros, esta manufactura está deslocalizada, lo que conlleva una huella de carbono de gran impacto ambiental, como decía anteriormente, sólo con el hecho de llevar y traer a los diferentes puntos de almacenamiento y distribución las prendas confeccionadas en estos países orientales.

Nosotros llegamos a la tienda, compramos y olvidamos lo que hay detrás en todo ese proceso; nos convertimos en cómplices.

Poco a poco aparecen movimientos que quieren apostar por el cambio y aquí aparece el concepto de SLOW FASHION, pero este término slow se puede aplicar también a otras áreas, como por ejemplo la comida.

¿Qué propone el movimiento SLOW FASHION? Lo que propone sería justamente lo contrario, este movimiento propone justamente aminorar el ritmo y buscar más bien poco pero de calidad. Es decir, “recuperar” hábitos que nos llevan a comprar de una manera más responsable e inteligente, con un poco más de sentido común. Estos hábitos nos llevan de manera directa a respetar nuestro planeta y también, no nos olvidemos, a respetarnos entre nosotros.

¿Qué supone estar de acuerdo con la SLOW FASHION? Supone consumir menos y pagar más. Las marcas sensibles a este movimiento proponen productos de calidad, hechos en buenas condiciones y las producciones son limitadas, lógicamente el precio es más elevado pero ya no hay excedente textil que acaban en incineradoras. Quizá sería un cambio duro para muchos adoptar esta manera de consumir pero, personalmente, saber que la persona que ha confeccionado mi prenda no ha trabajado gratis a mi me deja la conciencia tranquila, que yo sepa a nadie le gusta trabajar gratis si no tienes dinero de sobra para comer.

La moda es un arte, ¿por qué no dejarla perdurar de una manera digna? Podemos privilegiar las marcas que proponen productos de calidad, éticos y responsables, ayudemos a las pequeñas empresas locales. Poco a poco se puede ir conseguiendo sin olvidar que las pequeñas acciones se pueden convertir en gestos muy generosos. ¿Por qué no lanzarse en el hand made? Personalemente yo me lancé a coser y poco a poco me picó el gusanillo con la ropa, coserse las cosas uno mismo ya es un gesto bonito por el planeta.

Yo creo que tenemos que ser optimistas, cada vez aparecen proyectos bonitos e iniciativas muy interesantes. Ahora sí, teniendo esto presente ¡a comprar!

¡Hasta pronto!